lunes, 31 de agosto de 2009

Come on, Miguelón

Por lo menos esta temporada no hay dudas de última hora. Sabemos de sobra que para ver un partido de fútbol decente o abonamos unos euros en cacharros descodificadores para nuestro hogar, o una cifra similar en cacharros “a secas” en el Tiviti de cualquier ciudad española. Otra cosa será que tenerlo claro impida que nos libremos de la depresión del sábado por la noche cuando laSexta nos brinde, como hace dos días, encuentros de la envergadura de un Zaragoza-Tenerife, equipo éste último donde juega el figura de Richi.

Al Oviedo, mientras, lo echa la TPA, cadena favorita de Aulestia. Las malas lenguas dicen que lo transmitirán hasta el momento en el que encuentren algo más importante, como un campeonato de bolos, una espicha en Peñamellera Baja o la lectura de la última actualización del BOPA por parte del gobierno Areces.

Sería una pena porque en el Oviedo juega Miguel, más conocido como Miguelón ya que su altura supera el 1.90 y las reminiscencias de su pasado sportinguista son inmortales (Ya saben, El Molinón, La Semanona, La Escalerona, y así).

Miguelón no es el peor jugador que ha tenido el Real Oviedo en los últimos años, en parte porque para optar a semejante título hay que hacer gala de una calidad extraordinaria y en parte porque el recuerdo de Nicolás Rotundo, mediocentro uruguayo y abuelo, está todavía demasiado reciente. Pero, sobre todo, Miguelón no es el peor jugador del Oviedo debido a que ha sido el único de los presentes que ha disputado una pila de partidos importante en Segunda. Lo que pasa que Miguelón es desgarbado, no las lleva de cabeza como se espera de él porque le hacen tantas faltas como a Roberto Dueñas y para encima, su punta de velocidad se acerca a la de Usain Bolt. En las repeticiones a cámara lenta.

Así que la temporada para el delantero azul se presenta muy larga si 20 goles por su parte no lo remedian. Y espero que lo consiga, porque en el razonable plazo de 2-3 años quiero encontrar una excusa para abonarme a GolTv sin tener que fingir lo mucho que me interesa la Liga portuguesa y francesa. Come on, Miguelón.

martes, 11 de agosto de 2009

Tribunales, birra y jacked

Como hago en cada ocasión que este magnífico pero incontrolable blog me se va de las manos, haré un repaso de lo más granado en las últimas fechas. La primera parte dice asina:

-Inocente es inocente. Sin que sirva como desagravio del "Tio Paco", es de justicia recordar aquel editorial de titular avasallador que el diario El País le dedicó allá por el 15 de mayo de 2009 al presidente de la Generalitat; Imputado es imputado. Desconozco los entresijos de la sentencia, aunque he visto y oído que tiene tantos y tan acentuados que acepta cualquier lectura que el interesado quiera sacar. Lo que queda fuera de toda duda es que, en éste, como en otros muchos casos, la realidad va al margen del camino elegido para dar cuenta de ella. Porque, ¿qué son las sentencias judiciales, cosas tan nimias ellas, para desdecir teorías consiparanóicas de todo tipo?

-La cumbre de la cerveza: anda Obama ultimamente que no da pie con bola. El sueño de la reforma sanitaria se aplaza (desvanece); Irán hace el caso de siempre a las voces occidentales que le piden, por favor, que deje de matar opositores y dé por finalizada su aventura atómica; e, incluso, ha aprendido semanas atrás que Nicaragua es un país. Normal que el presidente estadounidense viera una oportunidad de reafirmar su liderazgo creando y zanjando un problema; el del sargento Crowley y el profesor Gates.

Verán, estaba Obama en una rueda de prensa (de ésas en las que se puede preguntar; estos americanos...) y cuando escuchó la historia que le contaba el periodista no dio crédito. Así que, claro, reaccionó como cualquiera hubiera hecho: "el sargento es un fuckin imbécil" vino a decir el presidente, dejando honda satisfacción y sonrisa al periodista que le inquirió, pues ése día ganarse el sueldo le había costado sólo una pregunta. A partir de aquí, la historia mediática del hecho se confunde. Los hay empeñados en loar el superpoder y superavance del que hace gala la comunicación política en Estados Unidos. Y otros que resumen lo de las cervezas en el jardín como "americanadas". Pero ambos están en lo cierto.

- El Jaked: esta ha sido de mis polémicas favoritas, entre otras cosas por que Diego Torres (El País, otra vez) las escribía de pu... manera estupenda. Lo cierto que el debate no daba para mucho, en favor o en contra, por lo que sólo cabía imaginar que hubiera hecho uno en caso de encontrarse en la tesitura de esos muchachos. Para cuando quise acabar de congratularme por mi decisión de no utilizar ese bañador en favor de El Farda, me dí cuenta que el sibilino de Phelps me había tomado la delantera y en la final de los 100 metros mariposa, humillaba a Cavic y Muñoz con un Burberrys (valga la metáfora) de color negro. Eso es un deportista.