jueves, 17 de enero de 2008

En el punto de partida

No he podido elegir mejor momento para inaugurar este blog que esta semana, tras desatarse un ciclón sobre la calle Génova. Por cierto, la repetición de la letra “p” en el título de este blog es puramente casual.

En vista de los hechos, he de comenzar aseverando que los dirigentes del Partido Popular son cicateros y la retórica de su líder, definitivamente, deja tener gracia.

El martes decidieron no incluir a Gallardón en las listas electorales para las elecciones del 9 de marzo, atendiendo al órdago de Aguirre que había amenazado con dejar la Comunidad de Madrid si eso se producía. Rajoy decidió, entonces, que lo mejor era mantener a cada uno en su puesto y hacer tabla rasa. Antes, un día para ser concreto, había anunciado el aterrizaje como nº2 del PP por Madrid al paracaidista Manuel Pizarro, antiguo presidente de Endesa.

Por qué son cicateros los dirigentes de la “cúpula” (en otro caso significaría elite, pero aquí es simplemente, mezquindad) del PP:

Por decisiones políticas:

  • Marginan al ganador de cuatro elecciones por mayoría absoluta en Madrid.
  • Se pliegan a unas exigencias de un subordinado que en cualquier empresa de este mundo sería intolerables para el jefe en cuestión.
  • Son incapaces de apartar el cainismo de sus filas.
  • Cuatro años más tarde se presentan a las elecciones con los mismos nombres que en 2004, comicios que perdieron.

Por decisiones comunicativas:

  • Le dan la campaña hecha al PSOE que desde ya se dedicará a resaltar el punto tres de esta enumeración y la falta de liderazgo de Rajoy, más patente que nunca por mucho que digan El Mundo y La Razón.
  • Para una vez que el PP puede hacer oposición agresiva con algún tema como el reconocimiento de Zapatero de que siguió negociando con ETA tras el atentado de la T-4, desatan una tormenta en su seno que hace olvidar semejante revelación, abocándolos a un nuevo fracaso en las elecciones.

Por las repercusiones sociales que genera:

  • Acaban por mostrar a las claras lo poco que les importa los gobiernos autonómico y municipal en Madrid.
  • Inician una crisis en el PP de esa región que supera incluso al de la FSM.

Debe pensar Mariano que por aplazar la solución de los problemas éstos acaban por remediarse por ciencia infusa. Los intentos de algunos medios de presentarnos al presidente popular como un dirigente frío e implacable me parecen un tanto sorprendentes, más cuando imagino que compartirán algunos de los puntos expuestos anteriormente.

A decir verdad, la clave de esta polémica no es que el alcalde de Madrid no vaya en las listas, sino el enredo, la constante recreación en las palabras de los últimos seis meses para marear la perdiz, el juego al despiste y, finalmente, la manera tan tosca cómo se ha tomado la decisión.

Para rematar la faena, Rajoy sentenció: “No necesito a nadie para ganar, me basto yo y las siglas del partido". De acuerdo Mariano pero, ¿qué has hecho en estos cuatro años que te hayas todavía en el punto de partida?

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