viernes, 22 de agosto de 2008

Muertos, estadísticas y prisas

A veces creemos que por aparecer con gesto grave y voz profunda nuestras palabras son mucho más relevantes de lo que su significado y pertinencia dictan, y nos erigimos en "superhombres" lejos del bien, el mal y otras consideraciones mundanas.

Eso le ocurrió a El Mundo ayer, al titular con total desvergüenza, La crisis de Spanair desemboca en una tragedia con 153 muertos, estableciendo una relación causa-efecto que no se ve contrastada en la información que el periódico nos ofrece. Nada sorprendente si atendemos a esa media hora bochornosa que elmundo.es ofreció a sus lectores en el día del accidente situando la cifra de muertos en 150 para luego rectificar y disminuirla a 140.

Portada de El Mundo del 21/08/08

El círculo se cierra con un comentario de Gistau también en El Mundo, ayer, que toma prestado un siniestro dicho de Stalin: Una única muerte es una tragedia, un millón de muertes es una estadística. Lamentable cita que bien podríamos aplicar para el caso del periódico digital líder en español.

P.D: El periodista más crítico con su medio prefirió ayer centrar su atención en una fotografía del diario El País sin que hasta hoy haya mediado la justificación prometida por su parte.

5 comentarios:

Mgb dijo...

Infame titular de El Mundo - en papel -, como dices.

Espada justifica hoy con un excelente artículo lo que decía ayer. Es que el tema de la foto de Bauluz es uno de sus preferidos. No dijo nada del papel de su periódico respecto a Spanair, la crisis y el supuesto desenlace que sería el accidente, pero tendrá tiempo de criticarlo, porque la investigación se prevé larga y las viles especulaciones abundantes.

Saludos.

Mgb dijo...

Por cierto, quita las letras esas, que no sirven para nada y molestan mucho. En configuración, se hace.

Mgb dijo...

Arcadi Espada nunca falla:

http://blogs.elmundo.es/elmundo/2008/08/22/elmundopordentro/1219399364.html

Diego Campo dijo...

No sé que letras me dices.

Diego Campo dijo...

Pasa por alto la rectificación en el número de muertos de El Mundo a la que hago mención. No sólo eso; loa la labor del corresponsal.