viernes, 29 de mayo de 2009

Sin aviso

Existen pocas cosas más estimulantes en nuestros días de progreso indefinido, que un viernes por la tarde en el que descubres, para tu mayúscula sorpresa, el fin del gas butano que te provee de agua caliente. "Mecachis en la mar salada", o algo muy parecido, he acertado a pronunciar hace escasos minutos cuando aconteció este hecho imprevisto.

No obstante, Madrid vive ya en su segunda estación del año, el verano, con ese calor seco tan mesetario y que invita a turistas, domingueros y otra gente de bien a llenar las terrazas de los bares como si fuera gratis, y a comenzar el destape propio de la fiebre infantil de quien tiene un juguete nuevo y ha de enseñarlo por encima de cualquier cosa. Por todo ello, la "tregua definida" de agua fría que se ha iniciado hoy sin comunicado previo ni hostias en vinagre, más que larga y difícil tiene pinta de ser corta y fácil (?¿?¿). El lunes el butanero de "la camisa negra" en la sintonía del móvil volverá a nutrirnos de combustible y el mundo recuperará su orden natural.

Hasta que eso ocurra, el calor y Madrid invitan a otras cosas. Por ejemplo, ir a la Feria del Libro, hacer una manifestación anticapitalista o escuchar hablar de toros, aunque esto último lo dejare para un post futuro. Respecto a lo de la manifestación, en ocasiones uno presencia cosas de un voluntarismo que es enternecedor. Ya sé, porque he visto en algunas pancartas, que no puede pasar "ni un día sin lucha", pero yo voy a tomarme el fin de semana para coger carrerilla, y ya el lunes regreso, termino de contar lo de los toros y continúo llamando a la gente a la movilización social. Hasta entonces, saludos cordiales.

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