miércoles, 27 de mayo de 2009

Tiviti es del Oviedo

Tras la final de la Champions es tiempo de hablar de fútbol. El domingo pasado el Real Oviedo iniciaba el tercer intento por salir del patrio trasero del fútbol estatal (para que nadie se ofenda): la Tercera división. Para tan decisiva fecha, el grupo que encabeza Luisín Fernández, ya citado en este blog, y del que me congratulo en formar parte pese al distanciamiento físico, organizó un evento sin precedentes: una fiesta gastronómica que acertamos a denominar "comida de directivas" y que tendría lugar en el recinto del más alto restaurador ovetense: el rincón de Tivíti.

La algarabía con la que vivimos el fin de semana sólo se empañó por la victoria injusta y con ayudas arbitrales del Gijón en Valladolid. Creíamos, incautos, que nuestros socios pucelanos nos darían una alegría. Pero como de costumbre, nos defraudaron. Y es que cada vez quedan más lejos los recuerdos de aquel 3-8, con Japón Sevilla al silbato, que unió a ambas aficiones.

No obstante, superado el bache emocional y una vez Luisín volvió a reconocer públicamente su ateísmo, señal de que todo va bien, amanecimos el domingo con el corazón empapado de oviedismo y unas Mahous en nuestras manos. Uniformados con el color azul de nuestro equipo, vivímos una jornada de asturianía como nunca. Jaleamos a Falete (F.Alonso) en la salida del G.P de Mónaco y una vez dimos fe de que con cinco minutos de visionado nos hacíamos a la idea del resto de la carrera, abandonamos el primero de los recintos de encuentro para dirigirnos al que sin duda era el punto álgido de la tarde: Tiviti´s Corner.

El bueno de Tiviti, hombre justo, había dispuesto una mesa en la que pudimos sentirnos cómodos los 20 comensales. Además y pese a darnos de bruces con su esportinguismo, circunstancia que cayó como un jarro de agua fría entre el grupo, no puso trabas a que colgáramos en la pared bufandas reivindicativas de la gloria de nuestro equipo. Tampoco le dolieron prendas para invitarnos a unos "cacharros" al final de la opípara. Y claro, aquel detalle de pureza, unido a las inseparables ganas que a uno le da de entonar cánticos cuando hay fútbol de por medio, desembocaron en un inolvidable "TIVITI, TE QUIERE, LA GENTE DEL TARTIERE" que pusieron la piel de gallina a propios y extraños.

Con los corazones desbocados, emprendimos rumbo a La Catedral (del fútbol español se entiende), previa parada en El Choque, donde se reunían cientos de aficionados azules. El trayecto fue de lo más animado merced a los "shuffles" de Dam al puro estilo de su idolatrado Muhammad Alí.

Como fuera que los minutos pasaban, de repente, nos encontramos dentro del Tartiere. El ambiente era incalificable, con toda la afición muy metida en el partido, en el hecho histórico que se avecinaba. La espera hasta el pitido inicial fue un infierno, sólo calmado por la cerveza y el orbayo que caía en la capital astur. Pero una vez que el balón echó a correr, aquello se desmadró como nunca. Y aunque el fútbol exhibido no fue para presumir, nunca lo es en estas citas, con el gol del capitano Cervero en el minuto 60, las pasiones se desbordaron. El Oviedo cobraba una ventaja decisiva que no variaría hasta el final del choque.

Lo cierto es que ése último momento fue demoledor. De repente nos despertábamos de una jornada de confraternización como pocas, para encontrarnos con que era domingo por la noche, con la depresión que ello supone y, para mayor calvario, con que cualquier intento de paliar la desgracia pensando en llegar a Mallorca este próximo domingo estaba y está, al nada solidario precio de 300 euros. Así que, mientras no construyan el puente de la canción, habrá que tirar de la TPA. En cualquier caso, nada evitará que vivamos otro fin de semana de fútbol del de verdad.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Mahou: "si no has ganado una Liga, no has ganado nada"

http://www.youtube.com/watch?v=UFfYU1PodhU

Unknown dijo...

Querrás decir tirar de la (PUTA) TPA...

Anónimo dijo...

Ari, ari, ari... Aulestia Lehendakari!!!!

Recorremos kilómetros, superamos obstáculos, sólo por ti, sólo por ti.