Magdalena Drenthe

Si tienen algún hijo peleado con la historia, la lengua, las matemáticas... la cultura en general, déjenlo estar y estudien la posibilidad de que el muchacho contribuya a la economía familiar en estos momentos de dificultad. ¿Por qué? La audición de las palabras de la ministra de Fomento sobre la gran nevada de este mes, les despejará todas sus dudas. Cúanto mejor es no saver de avlar y excrivir.

Magdalena Álvarez es doctora cum laude en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, lo que me hace dudar de la significancia de mi título expedido por el mismo centro y todo lo contrario sobre el nivel de la educación en España. Es semejante el bochorno que genera las comparecencias públicas de la ministra que uno duda si tomársela en serio por muy calamitoso que sea el trance que su ineficacia genere.

Con Álvarez pasa como con Drenthe, que la gente se lo toma a cachondeo porque sus intervenciones adquieren tintes folclóricos. Por tanto, ya saben, dejen a sus hijos correr libres lejos de las escuelas. A fin de cuentas, para ministro no se estudia.

La verdad del discurso de Obama

A continuación les dejo un vídeo revelador de la toma de posesión de Obama.

Circular de despido

Hoy, que hemos sabido que la tasa de desempleo en España llega al 14%, este blog ha tenido acceso a la circular interna que las múltiples empresas han hecho llegar a sus empleados, ya ex-empleados, anunciándoles la triste noticia.

Pueden ir directamente al minuto 1:50 del documento para ahorrarse circunloquios innecesarios. Como verán, se trata de circulares personalizadas. Para que luego digan.

Jet, set (y partido)

¿Sabían ustedes que Florentino Pérez, sí el que tiene atado a Cristiano Ronaldo para el Madrid según dicen por ahí, maneja un móvil de la prehistoria y que esta revelación seguramente hará enloquecer a las hordas de freaks de las nuevas tecnologías y derivados? Pues sí, como se lo cuento.

Estaba yo, como todos los martes, de comida en el Ritz y allí ví al presidente de ACS prestando atención a su terminal Motorola y negándosela al conferenciante, algo que, por otra parte, a nadie le extrañó, una vez observada la destreza comunicativa del mismo. El bueno de Floren bostezaba como un recién nacido, saludaba a aquellos con los que cruzaba la mirada y hacía los típicos gestos de sopor que pueden verse, por ejemplo, entre los estudiantes sobre los que caen clases magistrales.

Pero no se crean que sólo estaba Florentino por allí. Al margen del hombre del arpa, que aportó el toque chic y de buen gusto (léase pedante y hortera), políticos peperos y empresarios se agolpaban en el hall del hotel. No era para menos, Mariano Rajoy y el desconocido pero agasajado y no por ello menos digno presidente de La Rioja, Pedro Sanz, eran los invitados del Foro Nueva Economía.

Verán. En este punto de desarrollo humano y por ende, periodístico, las cosas están del siguiente modo; es necesario "pagarse algo" para que te hagan caso. Actos de este tipo proliferan en la capital, ya sean en su vertiente desayuno o comida, y en todo caso de lo que se trata es de apaciguar a las fieras (periodistas, empresarios, los propios políticos), llenando sus estómagos de ricos y finos alimentos. Luego se hacen un par de preguntas para disimular y piernas para que os quiero. La corriente oficial defiende estos saraos argumentando que se trata de un escenario distinto al habitual y más proclive a fomentar las relaciones profesionales.

Y como entenderán, tras unas fabas, un solomillo, un milhojas y centilitros de vino rioja en mi estómago, para lo que no estoy es para quejarme. Así que, rescatando las palabras utilizadas por la lideresa, paladín de la causa liberal, durante el brindis, "viva La Rioja, viva Madrid y los madrileños y viva España".

P.D: Permanezcan atentos a sus televisores. El Follonero saludó en persona a quien les escribe, por lo que no descarten una aparición en su programa "Salvados...", o la utilización de mi imagen como cabeza de turco para cualquiera de sus gracias. Respecto al título del post, lo único pedir perdón.