miércoles, 1 de julio de 2009

Peor imposible

Lo de Ricky Rubio en los dos últimos meses clama al cielo, que diría mi madre. Para empezar, rompe con las previsiones que le daban nº1 del draft en 2010 y se presenta este año. Durante las semanas anteriores a la elección, su representante americano, Dan Fegan (ese hombre), se niega a que Ricky participe en entrenamientos con otros jugadores. Y para acabar de enredar, se mete en una lógica imposible por la cual demanda al club con el que tiene contrato en vigor y, al tiempo, afirma que si juega en Europa, será en el Joventut. ¿Se pueden hacer peor las cosas?

Lo que pasó en el draft, caída de Ricky hasta el nº5 y, por tanto, incapacidad económica para hacer frente a su cláusula de rescisión, sólo agrava una situación que este chaval contribuyó a crear, tensando la cuerda de unas negociaciones sin tener capacidad para hacerlo. Además, a este desbarajuste contribuye la cantidad de portavoces que tiene el jugador. Habla él, sus representantes, sus padres… y ninguno enfrenta la situación que han creado. Ricky será muy joven pero tiene ya edad para ser responsable de sus decisiones, entra las que está incumplir dos años más de contrato con el DKV y denunciar a su club por, curiosamente, un contrato que firmaron las dos partes. Por cierto, que Villacampa ya ha anunciado que si no retira la demanda, se puede ir olvidando de jugar en Badalona. Bien por Jordi.

Quizá, y esta es mi aportación, en vez de clamar con tanta intensidad sobre lo que ocurre a su alrededor, Ricky debería comenzar por hacer crítica de su círculo más cercano, empezando por el mencionado Fegan, ese hombre que se mostró decepcionado cuando supo que Memphis elegía en segundo lugar y que la ciudad de Tennesse se convertía en un destino viable para su representado. ¿Qué quería? ¿Los Lakers? Y que, después, trató a las franquicias que le pedían un entrenamiento privado del jugador como si éste fuera Michael Jordan.

Por cierto. Sergio Rodríguez se ha borrado de la lista para el Europeo, según informó el jugador. Lo veo coherente, pues el canario sonaba en todas las quinielas para ir al torneo y esta temporada ha sido muy dura para Sergio. Casi ha jugado 10 minutos por partido. Quería anunciar que yo también le he dicho a Scariolo que no cuente conmigo. Ando renqueante de mi afamada lesión de muñeca y prefiero recuperarme con tranquilidad haciendo sesiones de tiro con Dámaso en el playground del barrio. Gracias Sergio. Scariolo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajaajaj. Muy bueno!!!! Lo de Ricky no tiene ni pies ni cabeza, está muy mal asesorado.

Pero su problema radica en firmar un contrato de larga duración por unos miserables (para un profesional del baloncesto) 120.000 euros anuales y una claúsula de rescisión desproporcionada para ese contrato. La verdad es que el chaval no me extraña que intente lo imposible por irse pqrque de 120.000 euros a 2.700.000$ del número 5 del draft hay un trecho.

Por cierto, el Dámaso ése creo que es "raza blanca tirador".