miércoles, 29 de octubre de 2008

El delegado euroescolar

En mi época escolar había un día extraordinario al poco de comenzar el curso. Era la jornada de elección democrática mediante voto secreto, del delegado. En ocasiones podías presentar candidatura (nunca lo hice por miedo al fracaso), pero en otras todo el mundo estaba nominado. En los primeros años lo tomabas con seriedad y votabas por aquel que te caiga peor, pues a los amigos no se les hacía semejante putada. Pero con el paso del tiempo, buscabas entre el personal al más impertinente, ya que era bien sabido que la labor del delegado estaba en buscar un aplazamiento cautelar de los exámenes, máxima que no solía cumplirse lo que aumentaba nuestra desconfianza en este tipo de procesos. No obstante, a nivel burocrático, era más práctico que una sola voz hablara por todos en un tema en el que estábamos de acuerdo. Un sindicalista en ciernes.

Tras la II Guerra Mundial, en Europa se comenzó a hacer algo parecido, seguramente tras ver el ejemplo de las aulas. El negocio fue prosperando y hasta hoy, en el que ya hay tantos alumnos como en mi clase, 30, y un delegado que lleva la voz cantante en algunos temas. La diferencia es que en mi clase respaldábamos sin fisuras al delegado, pero en la UE no. De hecho, cuando el tema es muy importante, nadie quiere sentirse representado por ese delegado porque en el fondo, somos desconfiados.

Así que de nada sirve que la UE vaya a estar presente en la cumbre para la refundación del capitalismo, un fin nada pretencioso por cierto, pues todos los alumnos que la forman quieren ir por su cuenta. Este hecho y las negativas, en su día, a la Constitución europea deberían hacernos replantear la utilidad y competencia del órgano europeo.

¿Y la ONU? ¿Por qué nadie la ha propuesto como sede para esta reunión si para eso está? Por la misma razón por la que yo era delegado de deportes: no sirve para nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también fui delegado, y hasta me votó mi compañero de pupitre, que acabó en la ETA. Puedo dar fe. Por cierto, ¿has advertido que ZP está en campaña electoral? Ayer, en Latinoamérica, hoy en Francia. ¿Será capaz de asistir a la cumbre como bedel y acabar como rey del mambo del "holding" G-20? Ver veremos.

Anónimo dijo...

Hoy voy de anécdota.

En primero de BUP fui elegido delegado de curso y nada más recibir tan insigne premio, asentado en la confianza de los compañeros en mi persona, dimití.

Mi tutor no tuvo otra ocurrencia que exigir un motivo para la dimisión. Y, claro, se lo dí:

"No entra en mis planes de futuro tener que bajar a por tizas cuando se le acaben"

Lo mismito que va a hacer ZP en Washington (si le dejan ir); bajar a por tizas quiero decir, de dimitir ni hablamos.