lunes, 8 de septiembre de 2008

¿Hay sindicatos en Rumania?

Pregunté una vez en clase a un compañero si en Rumania había sindicatos. Su respuesta más que con palabras, se reflejó en su cara. Ni era una cuestión de la que conocía la respuesta ni mi intención era joder la exposición del amigo. Pero a veces a uno se plantea gilipolleces abusando de la imaginación.

Si yo fuera a Bucarest y me preguntaran sobre los sindicatos españoles pondría la misma cara que mi compañero. Es un término desfasado con connotaciones anacrónicas y en la práctica inservible excepto para aquellos que vivan de él. No digo yo que deban desaparecer, pero ocurre como con la televisión pública, que están mal enfocados para el interés general.

Lo más significativo que puedo decir acerca de UGT y CC.OO es que sus secretarios generales (qué términos asamblearios) hacen una simpática pareja propia del cine cómico de los 50, más o menos. Alto y bajito, reniegan de la corbata porque la lucha por los derechos de los trabajadores se hace en mangas de camisa y, si tercia, puño en alto.

Ayer le tocó a Méndez hacer de paladín de la masa obrera en el parque jurásico de Rodiezmo. Los toldos en los que se fríe el chorizo de esta fiesta campestre, aún reverberan por la incendiaria oratoria del líder sindical que no dejó títere con cabeza y logró torcer el rostro de Zapatero. Qué “invierno caliente” nos espera. Saldremos a la calle, rimaremos cánticos con el apellido Corbacho, cortaremos autopistas y no daremos tregua hasta alcanzar el pleno empleo. El cambio climático social se avecina, compañeros.

También puede que nada ocurra y yo, en mi tiempo desocupado continúe planteándome cosas absurdas. Como si en Rumanía hay sindicatos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sindicatos en España. Funcionarios de la nada con vitola de resistentes. Se puede mejor?

Anónimo dijo...

Marcel