No hay 'peros' a la inmejorable noticia de la liberación de Ingrid Betancourt, cuyas imágenes durante el cautiverio y declaraciones tras él, califican a la perfección a los terroristas que la recluyeron. Porque al final son eso, terroristas, vivan en la selva o en las ciudades. Ejerciendo la despreciable omnipotencia característica de estos 'elegidos' criminales.
Recomendable documental de Jon Sistiaga sobre la infamia colombiana.
viernes, 4 de julio de 2008
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