¿Quién juzga?

Pedraz deja libre bajo fianza de 30.000 euros a la alcaldesa de Mondragón

El País titula hoy así, pero se trata de una práctica común; la de personalizar la decisión de la Justicia, lo cual manifiesta la escasa confianza de los medios de comunicación en la independencia judicial.

Lo que se advierte de fondo en esta tendencia generalizada es el desprestigio en el que ha caído la carrera judicial, azotada por casos como el de Mari Luz o por interpretaciones tan diversas del Código Penal como la arriba mentada, de la que el juez Garzón pensaba otra cosa.

Sin sonrojos, hemos aprendido a convivir con la laxitud del juez Pedraz en materia antiterrorista o con el vigor del magistrado Grande-Marlaska sobre el mismo tema como si la aplicación del Derecho debiera obedecer a criterios adoptados previamente, a prejuicios.

Personalizamos porque sospechamos que la Ley es utilizada ya sin rubor como envoltorio de decisiones particulares.