Se preguntaba Julia Otero en su programa de ayer que, qué se gana haciendo públicas previsiones negativas respecto a nuestra economía. Efectivamente, ganar no se gana nada. Más bien se pierde, nosotros, si atendemos a los alentadores datos que se desprenden de unos y otros informes.
Pero la cuestión es la pertinencia de semejante pregunta por parte de la afamada locutora de radio, que lo justifica todo por su carácter ‘optimista’.
A mí, estos presupuestos del optimismo y el pesimismo me dan un poco de grima y otro poco de lo mismo, si bien creo que tener a tu disposición un altavoz para llegar a miles de personas debería paliar la voluntad de caer en el ignorante y desfasado juicio del hombre de las cavernas, que todo lo explica con lo sobrenatural o la fortuna.
Ahora, si lo que sucede es que el optimismo de Julia Otero se ve alterado por un crecimiento del 0.3% durante el primer trimestre, puede que la periodista debe preguntarse si en la disyuntiva conocer-desconocer, prefiere continuar en la caverna o dar fe de lo que sucede a su alrededor.
jueves, 10 de julio de 2008
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