miércoles, 14 de octubre de 2009

En voz bajita

Las noticias estuvieron ayer a punto de arruinar el informativo nocturno de Telecinco. No todos los días Zapatero visita el Despacho Oval, el PP se desintegra en una espiral de reproches y corruptelas (bueno, últimamente esto es más habitual) y Garzón ordena detener a la cúpula de Batasuna. No extraña que la cadena se viera en la obligación de tener que otorgar casi 10 minutos de su valioso tiempo para comentar estos pequeños avatares de la vida, para una vez superado el trauma y tras dos noticias de transición, comenzaron el informativo al que nos tienen acostumbrados.

Creo que deberían haber repetido la cabecera, con esa música tan intensa. Telecinco rompía la monotonía de la agenda informativa con un hecho que sirve como resumen de lo que en Fuencarral se considera "noticia de alcance". A saber; un hombre había disparado a otro, hace tiempo, en los genitales, pero éste último había sobrevivido milagrosamente. Así que, el primero, puede que no herido en sus genitales pero sin duda sí en su orgullo, decidió acabar de cumplir su cometido y lo logró.

Ese relato era la prueba irrefutable de que todo había vuelto a la normalidad. De hecho, a partir de ese momento, la Guardia Civil se hizo fija en cada vídeo que la cadena nos mostraba para ilustrar las presuntas noticias y cabe resaltar que la tensión informativa se palpaba desde el sofá de casa. De hecho, los telespectadores sabíamos que el fin del mundo, tal y como lo conocíamos, estaba cerca, debido a una invasión de mosquitos en Torrevieja.

Pese a todo, quizá lo más grave sea pensar que lo único que le falta a los informativos berlusconianos para liderar su franja horaria, sea nombrar como presentadora a Belén Esteban. Dado que ese suceso aún no ha acontecido, sólo cabe dar las gracias a los directivos de la cadena y protestar en voz muy bajita porque, en Telecinco más que en cualquier otro lugar, todavía hay espacio para un peor posible.

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