jueves, 1 de octubre de 2009

Decepciones de mala mañana

Puesto que he tomado la determinación moral de escribir todos los días, en la línea de Ignacio Camacho, Enric González, Roberto Gómez y Federico Jiménez Losantos, van a disculparme que entre el 50 y el 60% de mis futuras actualizaciones tengan un valor cercano a cerito.

Esta mañana me levanté esperanzado. Vestí mi chándal por encima del pijama y acudí raudo al kiosko más cercano a mi hogar. A un día de poner fin al empacho informativo de la sede olímpica en 2016 y, sobre todo, tras el anuncio del fichaje de Falete por Ferrari, mi mente sólo podía imaginar una cosa: la portada doble de Marca al día siguiente. Y ese día por fin había llegado.

En los últimos tiempos el Marca ha tenido la gentileza de brindarnos a los lectores una gran cantidad de números bajo ese formato, antes reservado para acontecimientos históricos y, hoy, devaluado bajo la publicación de cualquier chorrada. Que Cristiano beba un vaso de agua, que Diego Tristán sea distinguido con el Marca Leyenda (nada pretencioso), que Florentino firme autógrafos a la puerta de un hotel… todo es merecedor del formato maxi con el que destacar tan notables historias.

(Un miembro del COI atiende a las explicaciones de la expedición de Rio 2016.)

Por eso hoy era optimista. Un último empujón a Madrid 2016, el doblete de Cristiano y lo de Falete merecían más que nunca esa doble portada cundidora. Y tan elevado era mi entusiasmo que, cuando he comprobado que nanai de la china, me he llevado la primera decepción del día. “Si al menos fuera miembro del COI para pasar este mal trago” he pensado. Y ahí ha llegado la segunda decepción. Me vuelvo a la cama. Hasta mañana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Supongo que cuando volviste a la cama pondrías alguna canción de El sueño de Morfeo, jajaajja

¡Dios salve a Faleta!